Por Ricardo Forster*
“Si no somos pre-nietszcheanos, y si nos instalamos en la irradiación nietszcheana, el vínculo entre verdad y fábula es casi sentido común. Hoy, decir que la verdad no existe, o que está estallada, o que es una especie de lucha entre diversas perspectivas, es casi un lugar común. Hoy no espanta a nadie eso. Uno podría decir que la propia cultura neoliberal, o este tiempo de la sociedad del capitalismo, se mueve perfectamente y sin inconvenientes con esta declaración: la idea de la verdad como fábula, como relato, la relación entre verdad y ficción. Ya no se espanta al burgués diciendo que la verdad no existe. Más bien todo lo contrario: si yo, como profesor, iniciase esta clase diciéndoles a todos que vengo a ofrecerles la verdad, ustedes estarían dispuestos a reconocer que comencé una etapa de delirio. Porque ya nadie proclama que es portador de la verdad, salvo en ciertos territorios de creencias muy profundas, o en ciertas sociedades que todavía se articulan en torno a algún tipo de verdad revelada. Pero en la sociedad post posmoderna, la sociedad de las transformaciones profundas en la esfera del cuerpo, del trabajo, de la producción, del lenguaje, como es la sociedad neoliberal, seguramente la relación entre verdad y fábula sea una relación absolutamente funcional. Porque tiene que ver también con lo efímero, lo fugaz, lo que no tiene sustantividad, lo que está desfondado, lo que se va recreando permanentemente. Lo único que parece ser eterno en la sociedad contemporánea -y esto es muy interesante- es el autoproclamado triunfo del capitalismo. Lo único que ya no está vinculado al tiempo, a la historicidad, es el capitalismo. Pocas épocas de la sociedad moderna fueron ya no solamente tan autorreferenciales como ésta, sino tan poderosas a la hora de suspender algo elemental como es que todo, tanto los individuos como las sociedades, habitan en el tiempo. Y lo que habita en el tiempo, habita la decrepitud, habita la obsolescencia.”
*Transcripción de un fragmento de una charla en el marco de la Maestría en Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ). Aquí pueden ver la charla completa.
La imagen pertenece a Arábia, excelente película dirigida por Affonso Uchoa y João Dumans.
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