lunes, 18 de septiembre de 2017

La hora secreta del cielo


Candela en mano, fui a la cocina abandonada.
Encendí el fuego. Busqué mi pavita y preparé mate.
Lo sorbí despacio, sentado en una banqueta ante la puerta de la cocina.
Era la hora secreta del cielo: cuando más refulge porque los seres humanos duermen y ninguno lo mira.
Tan despejado como el universo celeste estaba yo.
Pensé en Marta, sin pena.
El pasado era un cuadernillo de notas que se me extravió.

Antonio Di Benedetto - "Zama"

2 comentarios:

mge dijo...

«Me pregunté, no por qué vivía, sino por qué había vivido. Supuse que por la espera y quise saber si aún esperaba algo. Me pareció que sí.
Siempre se espera más.
Sin embargo, esto lo discernía mi entendimiento; pero, con prescindencia de él, estaba entregado a una bruta inercia, como si mi cuota estuviese por agotarse, como si el mundo fuera a quedar despoblado porque yo no iba a estar más en él.»

La verdad es que da para citar todo el libro. Ayer terminé mi relectura (me gustó más que la primera vez) y esta semana voy al cine sin falta.

Caro dijo...

Sí, realmente me costó elegir un fragmento del libro para compartir. Lo tengo todo marcado. Creo que ayuda haber leído la novela antes de ver la película, aunque sea para sentir que ya conocemos un poquito ese mundo o ese estado mental ("Zama" es la película más abstracta de Martel). Ayer la vi por segunda vez y la disfruté aún más que la primera. Y siento que recién estoy tanteando la orilla de esa inmensa experiencia.

Abrazo y gracias por comentar,
Caro