Por Pedro Almodóvar*
"Lo más importante para mí no es la idea original, sino en lo que se convierte cuando la desarrollas. Entonces, cuando desarrollo el guión de Entre tinieblas, yo mismo descubro que lo que estoy contando realmente no es la historia de esa mujer sino de un grupo de monjas que, limitadas por los muros del convento, adquieren paradójicamente una autonomía personal y una libertad que van mucho más allá de lo habitual en unos personajes como son las monjas. Ese desarrollo personal viene dado porque, cuando empieza la película, su misión ya no funciona. Ellas se ocupan de redimir a chicas con problemas, delincuentes, y en ese momento ya no queda nadie. Entonces es en el vacío, en el tedio, en el tiempo libre, en la espera donde ellas empiezan a desarrollar sus auténticas aficiones."
*Fragmento del libro "Pedro Almodóvar, un cine visceral. Conversaciones con Frédéric Strauss (Ed. El País-Aguilar, Madrid, 1995)
