La desmesura inconcebible, ese barco
frente a tu ventana,
que hundió su ancla, de pronto, con el
chasquido de un rumbo muy oscuro.
Te despertará algún día el chirrido
de la cadena recogida,
pero ya se habrá marchado, tal como
vino, entre gestos de niebla,
y vos mudo de asombro ante cualquier
certeza, incluso la de irte.
Lo sabrás para siempre o, mejor dicho,
desde siempre.
Por eso, no insistas: el mar no cabe en
tu valija,
es el momento de guardar tu valija en
el mar.
Alberto Szpunberg
Fragmento del poema “Como sólo la
muerte es pasajera”
En la imagen: Knight of Cups, film de
Terrence Malick
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