En mi propio espacio
he copiado varias veces entradas suyas que me fascinaron, pero ahora les pido que vayan directamente ahí: lean Suspendelviaje. Sepan que van a encontrar de todo, y en medio de ese todo van a dar con esas líneas precisas que ustedes estaban buscando hace mucho tiempo. No lo van a poder soltar. Agradezco a Andrea por mantener activo el blog de Luis, y aquí abajo comparto uno
de mis textos preferidos.
Acá está el LINK: http://suspendelviaje.blogspot.com/
Por Luis Gruss
Degradamos la lista de cosas que nos
sostienen. Son pocas y encima les quitamos valor. Erróneamente
suponemos que dos o tres salvavidas no alcanzarán. Pensamos que cien
o doscientos serían necesarios para empezar a arrastrarnos desde el
centro embravecido del mar hasta la tierra firme y segura. Dos o tres
no es nada, decimos. Diez tampoco. Deben ser cien o doscientos como
mínimo. Porque si no -pensamos también- caeremos junto al puente y
a todo lo demás. Así no hay ni habrá salvación posible.
Degradamos la lista de cosas que nos rescatan. ¿Para qué más? A
veces un barco basta.
La imagen pertenece al film Primavera tardía, de Yasujiro Ozu.
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