domingo, 31 de mayo de 2015

Ciclo "Una segunda oportunidad"

Como ya lo ha hecho en otras ocasiones, la sala Leopoldo Lugones se propone rescatar un grupo de películas estrenadas en los últimos años que no tuvieron suficiente tiempo o espacio en la cartelera como para que el público pudiera advertirlas y disfrutarlas. El ciclo “Una segunda oportunidad”, que comienza mañana, incluye películas de Jerzy Skolimowski, Otar Iosseliani, Mathieu Amalric, Ken Loach y Rolf de Heer que serán proyectadas en copias en 35mm, gracias a la colaboración de la distribuidora IFA Cinema. A continuación, la agenda del ciclo:

Lunes 1°
El rastro (The tracker – Australia, 2002)
Dirección: Rolf de Heer
A las 14.30, 17, 19:30 y 22

Martes 2
Tournée (Francia/Alemania, 2010)
Dirección: Mathieu Amalric
A las A las 14.30, 17, 19.30 y 22

Miércoles 3
Essential Killing (Polonia/Noruega/Irlanda/Hungría/Francia, 2010)
Dirección: Jerzy Skolimowski
A las 14.30, 17, 19.30 y 22

Jueves 4
Jardines en otoño (Jardins en automne - Francia/ Italia / Rusia, 2006) 
Dirección: Otar Iosseliani
A las 18 y 21

Martes 9
El rastro
A las 14.30
Tournée
A las 17
Jardines en otoño
A las 19.30
Essential Killing
A las 22

Miércoles 10
La parte de los Ángeles (The Angels’ Share - Reino Unido/Francia/ Bélgica/Italia, 2012)
Dirección: Ken Loach
A las 14.30, 17, 19:30 y 22
...........................

Exhibición de El desprecio: nuevo intento
Viernes 5, sábado 6 y domingo 7
El desprecio (Le mépris - Francia/Italia, 1963)
Dirección: Jean-Luc Godard
A las 14.30, 17, 19.30 y 22

Hay que estar atentos: antes de planificar la salida y dirigirse hacia la sala Lugones recomiendo consultar las novedades a través de Twitter para ver si no hay cancelaciones o cambios de último minuto. El domingo 17 de mayo estaba anunciada El desprecio dentro de un miniciclo dedicado a Godard. Fui a la sala y al llegar me enteré de que todas las funciones del film se habían suspendido. Los problemas en el San Martín persisten, evidentemente, y no son sólo “cuestiones técnicas”, como muchas veces se argumenta. Es una cuestión de falta de respeto por el público. Debo confesar que hoy por hoy no es un estímulo asistir a la querida Lugones. Ya se hicieron muchos reclamos. La reinauguración en marzo fue bastante triste. Y parece que sólo queda desear que el funcionamiento mejore. De todas maneras, desde este espacio seguiré informando sobre las actividades.

El Teatro San Martín está ubicado en Av. Corrientes 1530 - La entrada tiene un valor de 25 pesos (15 para estudiantes y jubilados que tengan credencial del complejo). Para más detalles sobre el ciclo y las películas, consultar el sitio web del teatro.

domingo, 17 de mayo de 2015

Me pregunto...


Me pregunto si la desesperación
es igual para todos.
Si Hegel, cuando se sintió morir
se sintió realmente morir
o intuyó una síntesis implacable
más allá de su cuerpo.
De todas formas, se hace difícil
no vivir en el miedo:
conozco gente que desea ser amada
y gasta su tiempo en los flippers.

Fabián Casas 
("Hegel") 

La imagen pertenece al film L'Intrus, dirigido por Claire Denis.

lunes, 4 de mayo de 2015

Quinta edición del Festival de Cine Político, del 7 al 13 de mayo

Este jueves 7 de mayo comienza una nueva edición del Festival Internacional de Cine Político de Argentina (FICiP), muestra que se extenderá hasta el miércoles 13 con proyecciones y actividades en diversas salas de la ciudad de Buenos Aires. La entrada es gratuita. 

Para este festival fueron seleccionadas más de 130 producciones provenientes de 34 países, entre largos, cortos y mediometrajes, series argentinas en competencia y fuera de concurso, además de una sección Work in progress. Por primera vez este año se realizará una competencia a través de internet de videos sobre Energía Renovable y Nuevas Tecnologías. La película de apertura será Le Capital, dirigida por Constantin Costa Gavras.

A diferencia de años anteriores, en esta edición del FICiP habrá menos retrospectivas y mucho más espacio para las producciones recientes. La única sección de revisión estará dedicada al director argentino Jorge Cedrón, uno de los más grandes representantes del cine político local, de quien podrán verse sus siguientes obras: La vereda de enfrente (1963), El otro oficio (1967), Operación masacre (1972), Resistir (1978) y Gotán (1979)

Así como el Bafici representa una plataforma de lanzamiento para muchas nuevas películas argentinas, el FICiP también ofrece la posibilidad de ver por primera vez los últimos trabajos de producción nacional de corte independiente que abordan las temáticas propuestas por el festival. En el terreno de la ficción se proyectarán La gran victoria del Chacho, de Alfredo Narváez, Labia, de Gabriel Bertini, El patrón, radiografía de un crimen, de Sebastián Schindel (muy buen film ya estrenado comercialmente), y a modo de anticipo se exhibirán Fantasma vuelve al pueblo, de Augusto Gonzalez Polo, y Pimienta roja, de Benjamín Avila (flamante proyecto del director de Infancia clandestina). Dentro del género documental algunos de los títulos argentinos a descubrir son Campo de batalla, cuerpo de mujer, de Fernando Raúl Álvarez, La muerte de Jaime Roldós, de Lisandra Rivera y Manolo Sarmiento, Contra Paraguay, de Federico Sosa, Exilio de Malvinas, de Federico Palma y Apuntes de la Memoria: relatos de una universidad posible, de Mariano Donoso.


Dentro de las diversas películas extranjeras programadas se destacan, entre otras, Amurallados (España), Getúlio (Brasil), Il venditore di medicine (Italia),  AZÚ (Venezuela), La sargento Matacho (Colombia-Mexico),  Narco finance, les impunis (Francia), Palme (Suecia), Trago comigo (Brasil), V tichu/En silencio (República Checa), Before The Revolution (Israel), Goodnight Sarajevo (España), Fascismo SL (Grecia), Negociador (España) y Resistencia: The fight for the Aguan Valley (Canadá).

Por supuesto también están las clásicas secciones del FICiP Temático, como Ambiente, Arte y Politica, Crimen y Política, Diversidad sexual, Terrorismo de Estado, Pueblos originarios, entre muchas otras. Como todos los años, se organizarán conferencias y actividades paralelas destinadas a realizadores, productores, estudiantes, investigadores y todos aquellos interesados en el cine político que se hace hoy en el mundo.

Para conocer todos los detalles sobre las películas, las actividades y la grilla de programación, recomiendo ir a la web oficial del FICiP: http://www.ficip.com.ar/


Sedes:
Espacio Incaa-Gaumont (Av. Rivadavia 1635)
Auditorio de la Cámara de Diputados de la Nación (Av. Rivadavia 1865)
Auditorio Hotel Bauen (Av. Callao 360)
Centro Cultural Haroldo Conti y espacio ECUNHI (Av. del Libertador 8151)

domingo, 3 de mayo de 2015

Ciclo Aleksey German en Filmoteca


Del lunes 4 al jueves 7 de mayo en la trasnoche de la Televisión Pública, con la conducción de Fernando Martín Peña, el ciclo Filmoteca presenta un ciclo dedicado al cineasta ruso Aleksey German. 

German nació en 1938 y falleció en 2013. Su filmografía, constituida por seis títulos, empezó a ser rescatada y verdaderamente reconocida hace unos pocos años. Tres de estas películas se vieron en una retrospectiva en 2014 en el Malba, cuya gacetilla de prensa informaba: “German fue contemporáneo a Tarkovsky y, como él, enfrentó enormes dificultades para hacer cine en su patria a causa de una visión artística incorruptible. En cuarenta años sólo pudo concretar un puñado de obras que además terminaron prohibidas o marginadas.” Muchos espectadores nos acercamos por primera vez al universo de este autor en el festival de cine de Mar del Plata del año pasado, en donde hubo una sección que también incluyó su último trabajo, Qué difícil es ser un Dios, relato épico que el realizador no llegó a concluir pero que fue terminado y estrenado de forma póstuma por su hijo Aleksei German Jr. (también director de cine). Filmoteca ahora nos dan la oportunidad de ver cuatro de las películas de German en televisión. 

Programación:

Lunes 4, 0.50 hs: Dura prueba bajo sospecha (1971)
Martes 5, 0.00 hs: Veinte días sin guerra (1977)
Miércoles 6, 0.00 hs: Mi amigo Iván Lapshin (1985)
Jueves 7, 0.30 hs: Séptimo satélite (1968)

viernes, 1 de mayo de 2015

Hay que ver El acto en cuestión

  
Barroca, melancólica, ingeniosa, arrebatadora, insólita y a la vez muy cercana y muy nuestra, esta película dirigida por Alejandro Agresti data de 1993 pero tuvo que esperar 22 años para tener su estreno comercial en Argentina, a pesar de ser una de las creaciones más notables de toda la historia de la cinematografía nacional. Como sabemos que la cartelera local es impaciente y mezquina, les sugiero correr a ver El acto en cuestión apenas tengan la oportunidad. 

A raíz del flamante estreno, que le debemos a una iniciativa conjunta de la distribuidora Zeta Films y la revista "Haciendo Cine", recordé una entrevista al realizador publicada en 1993 en la revista "El Amante". En aquel entonces Agresti tenía 32 años y vivía en Holanda, adonde había rodado varias películas que aún hoy resultan inaccesibles. Gracias a una retrospectiva de su obra organizada por la sala Lugones ese año, muchos críticos descubrieron a este joven director que sólo unos pocos conocían por una rareza de fines de los '80 llamada El amor es una mujer gorda. Todo estaba preparado para el lanzamiento comercial de El acto en cuestión, y de hecho ese número de la revista lo anunciaba, pero no se concretó. Lo que quedó de aquel momento es una extensa y divertida charla entre Agresti y algunos integrantes de "El Amante" (Flavia de la Fuente, Quintín, David Oubiña y Walter Rippel), a la que pertenecen los siguientes pasajes.

Por Alejandro Agresti*

- El acto en cuestión es una novela que escribí entre los 19 y los 21. Yo laburaba, era técnico electrónico. Desde los 16 años me autoabastecía. Así que todo eso de tener que sobrevivir me mostraba ciertas cosas. Y aparte, en esa época, a mí me gustaba mucho la literatura rusa. Ni siquiera había descubierto a Arlt. Mucha gente me dice que El acto en cuestión tiene mucho de Arlt, pero en esa época yo no leía a Arlt.

- Hoy en día, cuando yo veo El acto en cuestión, para mí se asemeja más a Bioy Casares que a Arlt. Por la cuestión de la trama y lo ilógico de un personaje enredado con un libro que no se encuentra en ningún lado.

- Estoy en un período en que quiero hacer biografías sobre personajes argentinos famosos inexistentes. Me gustaría reescribir la historia argentina. Me gustaría mucho lograr una colección de diez películas, diez largometrajes, donde uno entienda mucho mejor la historia argentina desde el lado que no existe. Empezando por El acto en cuestión y siguiendo con otra película que empezaría: “Esta es la historia de...”. Tengo una película que voy a hacer después y que se llama El guitarrista malo de Gardel

- Yo sabía mucho de electrónica. Me interesaban los efectos físicos. Yo nunca desprecio la parte técnica en las películas. Por momentos tiendo a despreciarla, pero entonces me acuerdo que Rubinstein no es nada sin un piano y un piano con cuerdas de tal medida, con tantas teclas, etcétera. O sea, nunca nos podemos desprender de la técnica. Es muy fácil llegar a un momento y decir: “No, la técnica no es nada”, pero hay muchos cálculos matemáticos para llegar al violín y gracias a eso, el violín suena así y sale la música. 

- Si hay una constante en mis personajes, es que todos sufren un gran problema cuya solución está ahí, a diez centímetros, pero ellos se niegan a acceder a esa solución tan simple. Y se van enroscando cada vez más en el problema, pero a partir de eso van viviendo. 

- Creo que todas mis películas tienen humor, salvo Modern Crimes. Un humor ácido. No le tengo miedo al estereotipo, ni a la caricatura. Me gustan las caricaturas y los dibujitos animados. 

- [Sobre Fassbinder] Hay películas como Sólo quiero que me amen, o las primeras, que son impresionantes. Se asemeja a mí en que es un tipo que tantea, tantea, y hasta hace películas de sus preocupaciones momentáneas. No es uno de esos tipos que quieren hacer “la película”, la gran cosa y termina construyendo una patraña. Fassbinder ve una mesa y va y te hace una película sobre una mesa. Es decir, a todo lo exprime.

- Todo el mundo quiere hacer creer que el comunismo, el marxismo, murieron. Hablan del comunista Ceacescu, pero nadie habla del capitalista Videla o el capitalista Galtieri. Nadie le pone el “capitalista” antes, pero el “comunista” siempre lo pusieron. El comunismo es casi una utopía. Es una buena idea que debería considerarse más que nunca hoy en día para sobrevivir en la sociedad de consumo. El marxismo no son los hijos de puta que se transformaron en dictadores sino que es una utopía. Y una utopía nunca puede morir. Lo que no funciona es el capitalismo con 30.000 pibes asesinados en San Pablo por robar un pedazo de pan. No me vendan capitalismo: eso, que es lo que fue llevado a la práctica, es lo que está muerto. Esa es mi filosofía. Creo que el mundo necesita utopías para regenerarse y salir de ésta. 

- A veces pienso que, en vez de construir más metros cuadrados, como cuando vas a hacer una casa, es mejor construir hacia arriba. Mis películas son verticales. Y las construyo en diferentes capas de información. El cine es como un trencito: quiero que siempre marche. Me cuido mucho de las transiciones, quiero que todo se envuelva, no quiero que sean pedazos de película que van pasando. El cine debe tener algo tridimensional y hay cuestiones técnicas que te ayudan. Por ejemplo, las repeticiones. 

- Más que entretenimiento y todo lo demás, al cine le pido emoción.

*Fragmentos de una entrevista publicada en la revista El Amante Nº18 (Agosto de 1993).