Por Lucrecia Martel
A veces, raras veces, en un fragmento de diálogo, en una coincidencia de sonidos, en una imagen incomprensiblemente familiar, se asoma el artificio de la realidad.
Toda nuestra potencia y el misterio del fin están en esas rajaduras.
El cine me permite buscarlas y a veces, raras veces, encontrarlas.
Pero duran muy poco y me las olvido.
Texto publicado en la revista Las Naves
(Nº1 - Manifiestos del cine contemporáneo)