Las noticias que por estos días llegan desde Missouri,
Estados Unidos, en torno del asesinato del adolescente negro Michael
Brown en manos de un policía, me recordaron una película que vi
hace unos meses y que quiero recomendar. Dirigida por el debutante Ryan Coogler, Fruitvale Station hace foco en el caso
de Oscar Grant, un muchacho de 22 años que murió a fines de 2008 en una estación de tren en
San Francisco, también víctima del gatillo fácil y del
racismo institucional. La película reconstruye el último día en la vida del joven. La denuncia,
contundente, forma parte del
relato pero no es su centro, pues al film le interesa ante todo acercarnos a la subjetividad de Oscar y contarnos cuáles eran sus anhelos, sus limitaciones, sus perspectivas, para trazar desde allí una mirada política. En el papel principal tenemos la estupenda interpretación del joven Michael B. Jordan, actor al que muchos recordamos como uno de los niños dealers de la serie "The Wire".
No hay comentarios:
Publicar un comentario