Otro gran ciclo programado por Peña y Manes para "Filmoteca en vivo", esta vez dedicado a uno de los cineastas más sofisticados del cine argentino clásico: Carlos Hugo Christensen. Las funciones se realizan en el auditorio de la ENERC (Moreno 1199), con entrada libre y gratuita.
Las sinopsis que siguen a continuación corresponden a la información que aparece en el blog de la Filmoteca:
Viernes 24 de mayo
A las 23.45: Safo: Historia de una pasión (Argentina, 1943, 98')
Con Mecha Ortiz, Roberto Escalada, Eduardo Cuitiño, Guillermo Battaglia, Mirtha Legrand.
El sexo siempre importa en el cine de Christensen pero sobre todo en sus melodramas, (donde tiende a ser representado como un misterio traumático) porque en ellos el realizador dio rienda suelta a sus fantasmas, que eran los de casi todo homosexual del período, obligado a la represión y a la apariencia.
Sábado 25 de mayo
A las 19: Leonora de los siete mares (Brasil, 1956, 110')
Con Susana Freyre, Arturo de Córdova, Henriette Morineau, Luis Otero.
A la manera de Rebeca, aquí Leonora es la protagonista dominante del film, aunque sólo se la intuye fugazmente en una única escena. Lo que se sabe de ella es a través del relato de sus víctimas. Fue uno de los más delirantes melodramas de Christensen, al comienzo de su período brasileño, y era imposible de ver en Argentina hasta que la Filmoteca Buenos Aires rescató la copia que se exhibirá en esta ocasión.
A las 21: Los verdes paraísos (Argentina, 1947, 88')
Con Guillermo Battaglia, Aída Luz, Carlos Thomson, Eduardo Cuitiño.
El tema procede de un cuento de Horacio Quiroga: un hombre atraviesa un extenso período de tiempo en estado inconsciente, durante el cual abandona la mediocridad de su existencia, se transforma en un escritor célebre y conquista a una joven hermosa. Al volver en sí, padece primero la incertidumbre lógica de la amnesia y después comienza a sentirse, insólitamente, un usurpador de logros ajenos.
A las 23: No abras nunca esa puerta (Argentina, 1952, '85)
Con Ángel Magaña, Renée Dumas, Nicolás Fregues, Roberto Escalada, Ilde Pirovano.
Escribe Ángel Faretta: "A Christensen se lo ha intentado petrificar en los marbetes de formalistas -como si todo director buscara una forma- y caligrafista en el peor estilo de la peor crítica italiana. De la segunda generación de clásicos argentinos, es quien inoculó cierta negrura a nuestra proyección filmica, cierto limo originario que anteriormente no se había tenido en cuenta debido al carácter formativo de la generación anterior de Romero y Mugica. Aquí, basado en relatos de William Irish, su autor pone en escena dos mundus -urbano y rural- tan buscada, retorcidamente artificiales que algo nos está diciendo más allá del decorado y del plot."
dejé una sorpresa para vos en mi blog
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