miércoles, 16 de noviembre de 2011

Mar del Plata 2011 - Without


Without (EE.UU., 2011)
Dirección: Mark Jackson
Sección: Competencia internacional

más allá de cualquier zona prohibida
hay un espejo para nuestra triste transparencia

Alejandra Pizarnik

Así como Dolores Fonzi se ve obligada a habituarse a un nuevo ámbito en la ya comentada El campo, la protagonista de Without también debe adaptarse a los aromas de un espacio ajeno. Ambas mujeres parecen estar huyendo de algo, sólo que la ópera prima de Mark Jackson le impone a su personaje un trayecto inverso: si el film argentino parte de un suspenso palmario para cambiar sobriamente de tono, la película norteamericana despega con cierta frescura pero se va enrareciendo mediante turbios desvíos que hacen brotar una ansiedad tan contundente como estremecedora. 
Luego de viajar en ferry hacia un paisaje boscoso, Joslyn (Joslyn Jensen) llega a la casa de una familia que la contrató para cuidar al abuelo, un anciano de mirada perdida que no habla y está en silla de ruedas. Antes de partir de vacaciones con sus hijos, los dueños de casa le dan a la joven un instructivo al que denominan “La Biblia” y le comunican la noticia fatal: ahí no hay conexión a Internet. Joslyn deberá pasar los futuros días sin computadora, sin señal de celular, sin los artefactos que para una adolescente hoy representan el único respiro posible, de allí que el título de la película sea “without” (sin). El eje dramático no puede ser otro que la carencia.

La bella Joslyn aún no cumplió veinte años. La introducción del film la muestra como una chica sencilla y discreta, eludiendo con estilo el galanteo de un muchacho que acaba de conocerla. Al principio cumple con las tareas asignadas mientras realiza el necesario reconocimiento del terreno. Cuando la novedad muta en rutina, el hastío inunda todos los rincones y cierta inestabilidad comienza a aflorar en los movimientos mínimos. Joslyn bien podría relajarse, jugar, animarse a seguir a ese ciervo que un día se asoma al jardín de la casa, pero ella sólo es capaz de replegarse dentro de sí, atada a su smart phone, desesperada sin red, pendiente de su esbelto cuerpo, al que dedica largas horas de entrenamiento. Virtualidad y violencia fraguadas en la construcción de lo más íntimo. La existencia cincelada en función de las pantallas y el espejo, esa duplicidad cómplice del peor enemigo.

No conviene revelar más detalles de una película que funciona especialmente por su imprevisibilidad (deseando también que el film pronto se pueda conseguir de alguna forma). Es cierto que en más de un momento la historia amenaza con resbalar hacia la arbitrariedad, pero el film enseguida recaptura la atención con nuevas hipótesis sobre lo que le podría estar ocurriendo a la protagonista, todo enhebrado a través de un montaje villanesco que goza al hacernos bordear a cada paso la pesadilla, sometiéndonos fragmentariamente a la contemplación de una angustia de raíces inescrutables. Desde una puesta en escena minimalista, el relato progresa con sigilosa furia gracias a la astuta estructura del guión, verdadero modelo de dosificación narrativa. Por suerte Jackson no se limita a impartir sólo un diagnóstico subjetivista de una psicología o de una generación: diversas relaciones interpersonales confluyen en la trama y todas reciben una aguda pincelada crítica. Without fue una de las proyecciones que más disfruté dentro del festival, y el hecho de que resulte una película tan absorbente es en gran medida mérito de la debutante Joslyn Jensen, justa ganadora del Astor a la mejor actriz de la competencia internacional.

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