“El hecho estético es 'la inminencia de una revelación que no se produce', como decía Borges. Hay días en que antes de comenzar la función sentís que el público está respirando a tu ritmo. Y cuando es un gran texto, toda la sala palpita. Surge un silencio extraño. El público no siempre se da cuenta. Pero a ver: ¿por qué fue al teatro? ¿Por qué espera que le cuenten una historia? Para ver si entiende algo más. Entonces hacés lo tuyo, y por un brevísimo segundo intuís un paisaje sin nombre. Después se termina.”
Alfredo Alcón
En una entrevista publicada hoy en el diario Página/12.
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