domingo, 22 de agosto de 2010

Mil voces

Igualmente enfermo estaba
el paisaje, pero magnífico.
Los bosques de violeta oscuro.
En casa hice el tonto con algunos colores.
Fue enojoso. Tampoco los poemas me salieron.
Como esa tarde de verano, metí
la mano en una nube de mosquitos
sin agarrar uno solo. Y sin embargo
se oye murmurar mil voces.

Paul Klee

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