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Lo bueno del tiempo es que ayuda a aplacar esas prevenciones, y uno puede rescatar la obra por lo que genuinamente es: una humilde película de terror que se presenta como filmación casera, con un par de hallazgos interesantes.
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Pero dejemos todo esto de lado, por un momento, para observar las escenas del dormitorio, en las que figura un reloj contador en el rincón inferior derecho de la pantalla. Sabemos entonces que el editor decidió adelantar las imágenes, acelerarlas, para detenerse solo en los instantes significativos, los que encierran algo raro, ambiguo. En esos segundos, el film concentra y potencia al máximo nuestra atención, nuestros nervios, el deseo de ver. Todo lo que allí sucede, en campo y fuera de campo, forma parte del misterio, sin trucos disuasorios. En este aspecto, la película parecería declararle la guerra al llamado “golpe de efecto”, ese tramposo efecto-sorpresa (sonoro, visual, o ambos) que asusta y manipula pero no necesariamente narra, un recurso que el género ha exprimido al punto de agotar sus primitivas delicias.*
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Actividad Paranormal acaba de salir en DVD, editado por AVH.
* Si quieren ahondar en el concepto de “golpe de efecto”, recomiendo un texto que Hernán publicó hace un tiempo en su blog Plano Cenital.