No es posible pasar por esta vida sin sentir sobre la piel las dulces radiaciones de un film de David Lynch. Hace un par de años comenté Imperio (Inland Empire), pero luego de otras visiones debo decir que esa reseña sólo es fiel a la primera impresión. Y sabemos perfectamente que Lynch no filma sus películas para que las veamos una sola vez. Como todo genio, él está más allá del presente del cine: todavía no se han inventado las categorías capaces de describir con justicia su maravillosa obra.
Mañana, sábado 26 de septiembre a las 22, Canal 7 emitirá Imperio, último largometraje del director estrenado en el país. En el ciclo Versión Original, con conducción de Inés Estévez.
Anímense. Sumérjanse. Teman. Cúlpense. Gocen.
Lynch hace cine con aquello que no queremos asumir de nosotros: las contradicciones, las pulsiones básicas, la oscuridad.
"¿Cómo definiría a un artista?
Lynch: Como alguien que crea experiencias, para él y para otros. Es como un espectro. Hacer algo nuevo es como dar vida. Todo comienza con una idea, que son como burbujas que se crean y van subiendo. Así puedes atraparlas en un nivel superior, más profundo, con más información, más verdad. Se hace consciente lo inconsciente. En definitiva se trata de ser feliz. Mucha gente hace cosas, pero no para ser feliz sino por la recompensa posterior. Pero las ideas fluyen mejor cuando uno está feliz. *
* En una entrevista publicada por Diego Erlan en la revista Ñ (23-08-07).
Me sumo a la recomendación. Sin dudas Imperio es una de esas películas que hay que ver. O, mejor, una de esas experiencias que hay que atravesar.
ResponderEliminarDesde el estreno en cine no volví a verla. También la comenté en su momento en mi blog, y también creo que logré ser fiel sólo a una primera impresión. Aunque sin frases tan buenas cono ésta: "Ese delirio que está afuera, en la cultura, o en aquello que por convención llamamos 'la realidad', no es más que un producto del infierno ontológico que abrasa al ser humano".
Saludos