jueves, 15 de noviembre de 2007

One art

Un arte

El arte de la pérdida no es difícil de dominar,
tantas cosas parecen estar hechas con el fin
de que se pierdan, que su pérdida no es ningún desastre.

Pierde algo cada día. Acepta el nerviosismo
de perder las llaves de casa, o esa hora que pasa inútilmente.
El arte de la pérdida no es difícil de dominar.

Practica ahora perder más, y pierde con más rapidez:
lugares, nombres, y donde fuera que pretendieras
viajar. Nada de esto te traerá un desastre.

Yo perdí el reloj de mi mamá. ¡Y mira! También se esfumó
la última o la penúltima de mis tres anheladas casas.
El arte de la pérdida no es tan difícil de dominar.

Perdí dos ciudades, ambas entrañables. Y, lo que es peor,
un par de reinos que eran míos, dos ríos, un continente.
Los extraño, pero no fue un desastre.

Incluso perderte a vos (tu voz divertida, ese gesto
que adoro) podría moverme a engaño. Es obvio
que el arte de la pérdida no es tan difícil de dominar;
aunque (¡anotalo!) pueda parecer un desastre.



Elizabeth Bishop

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